31 de julio de 2014

Misterio bibliográfico: FA. 7383





Misterio bibliográfico: FA.7383

Un misterio bibliográfico y quizás algo más. Para un trabajo que estoy preparando sobre los tipos de papel empleado en los libros de carácter institucional durante el siglo XVI español, buscando y rebuscando por internet, descubrí que la Biblioteca Pública de León tenía un ejemplar de las Constituciones Sinodales del Obispo Trujillo, impreso en Alcalá de Henares,  en los talleres de Juan Gracian, en 1591. El ejemplar está digitalizado y se pude tener acceso a él en la web de las bibliotecas de Castilla y León. Aunque la digitalización es buena y a simple vista se descartan unos tipos de papel, obviamente hay que ver y tocar el papel in situ para clasificarlo. Según la ficha que aparece en la web el ejemplar es no prestable como todo el fondo antiguo, pero algunos de estos libros se pueden consultar en la sala. Tomé la referencia del título y no me olvidé de la signatura: FA.7338

Al día siguiente me acerqué a biblioteca pública con el ánimo de consultar las Sinodales de Trujillo. Cuando llegué al departamento, después de cumplimentar  la correspondiente ficha, me entregaron el libro. Cuando lo abrí, sorpresa, no eran las Sinodales, sino otro que en nada se parecía. Según la digitalización que había consultado el libro tamaño folio, estaba encuadernado en pergamino y el que me trajeron era un 8º en pasta española. En la etiqueta de la tapa anterior estaba manuscrita la signatura: FA.7383. Aquí estaba el equívoco, en el baile de números. O bien yo había cumplimentado erróneamente la ficha o bien el encargado se había equivocado. Cuando quise avisar al que me trajo el libro – nunca lo había visto por la biblioteca, tenía pinta de ser becario – ya no estaba a la vista. 

Mientras venía y no venía el becario, abrí el libro y me sorprendió el título. Ví que estaba impreso en León, pero de la imprenta y el nombre de la calle nunca había tenido noticia, sin embargo el escudo tipográfico parecía de los Verdussen de Amberes. Un rápido vistazo me reveló que no tenía ni dedicatoria ni prólogo, comunes en la época. Es más no tenía ni tasas ni privilegio. A todas luces era un ejemplar de lo más raro y curioso. Como iba pertrechado con mi cámara quise sacar unas fotos al ejemplar. Me dio un poco de corte forzar un casi nada la tapa anterior, pero como se cerraba y no podía sacar la foto de la hoja de título, una vez abierta le puse mi móvil encima como se puede ver en la foto 1 adjunta. Estaba sacando las fotos 2 y 3 cuando apareció el becario y literalmente me quitó el libro de las manos sustituyéndolo por las Sinodales que había solicitado. Le dije que me lo dejara un momento pero se negó tajantemente (y secamente) diciéndome que tenía que cumplimentar otra ficha y solicitarlo, pero como ya casi era la hora de cerrar tendría que dejarlo para otro día. 

No pude centrarme del todo en las Sinodales pues no se me iba de la cabeza el libro tan curioso que tuve durante unos instantes en las manos. Como iban a cerrar saqué la cámara y le hice unas fotos a las Sinodales, empleando el móvil de improvisado contrapeso en la tapa anterior. 






Ya en mi casa examiné las fotos que adjunto. Me puse a indagar sobre la Historia de los hechos y desechos. Consulté el Palau pero no encontré nada, en internet nada, ninguna referencia a la obra, en CCPB, nada, en OCLC, nada, lo mismo que en la BNF y con idéntico resultado en la Library of Congress Online Catalog. Cambié de tercio, pero en el diccionario de impresores de Delgado Casado nada de nada. Lo único que saqué en claro es que los tipos parecen Ibarra. Bueno, no encontraba nada, lo que corroboró mis sospechas sobre la rareza del ejemplar,  pero por lo menos lo tenía localizado. 

Mirando con más detenimiento la marca del impresor y cotejándolo con la de los Verdussen estaba claro que era una copia, pero hay alguna diferencia muy significativa. En primer lugar en la marca de los de Amberes el león mira a la izquierda mientras que en el ejemplar de los Hechos y Desechos el león mira al contrario y en éste el león aparece sin rabo, cosa que no ocurre en el otro. También es distinto el contenido del escudo que aparece bajo la pata del león con el monograma UM en vez de la famosa marca de impresión de los Verdussen. Además al fondo a la derecha se ve claramente parte de la fachada principal de la Catedral de León. 

Con todos estos datos mi curiosidad iba en aumento pues cada vez me resultaba más misterioso el libro. Jamás tuve tantas ganas de que pasara un domingo y llegara un lunes. Ansioso, ardía en deseos de examinar el libro, pero como era sábado aquel 28 de diciembre del año pasado, hasta el lunes no quedaba más remedio que esperar. 

Llegó el ansiado lunes y media hora antes de abrir al público estaba yo en la escalinata de acceso, con dos cafés y cien mariposas en el estómago. En cuanto abrieron me dirigí a la sala, cumplimenté la ficha de rigor, se la di al ordenanza y... sorpresa, el libro no aparecía, mejor dicho, ¡no existía! En esa biblioteca no había ningún ejemplar con el título de Los Hechos y Desechos de los llamados Ultramarinos. De nada sirvió que le dijera que el sábado anterior tuve el libro en mis manos, que me lo habían traído equivocadamente, nada. Ante mi insistencia llegó el encargado de la sala y me demostró que efectivamente no existía ese libro. Como me acordaba de la signatura (FA.7383) se lo dije. Miraron en el ordenador y con esa signatura aparecía un ejemplar incompleto de 1620 de la Summa Theológica. Insistí en que me lo trajeran con la esperanza de que hubiera un error en el ordenador, pero cuando apareció el ordenanza con un tocho enorme vi que efectivamente tenía la signatura FA.7383. Pregunté por el becario, pero lo mismo que el libro: missing, allí no trabajaba ningún becario ni nadie que respondiera a la descripción que yo daba. Como no era cuestión de seguir insistiendo, perplejo me fui a mi casa sin quitarme de la cabeza el misterio del libro.

He vuelto varias veces por la biblioteca pública a probar suerte con el FA. 7383 – siempre con el mismo resultado -  Me da apuro volver porque ya me miran raro,  así que mando de vez en cuando a algún amigo con la consulta. El resultado hasta hoy es el mismo: nada. ¿Misterio o algo más?













[El Amanuense]


Hotel Palace











[Larsen]


Bueno con la vida




Durante una temporadita el mundo estará desconectado de mí.


[Bubble Boy]

30 de julio de 2014

Las malas lenguas


El Rastro, verano de  2014


- Este reloj ¿cuánto vale?
- Un eiro.
- Pero, ¿funcionará?
- Señora, por ese precio qué quiere.



Oído en el Rastro.


El Rastro, verano de 2014





[Larsen]


Mascarones de proa




Rastrillo de Astorga














[el trapero]


Desierto Viviente




Afiche y fotograma de Desierto Viviente, de Disney






No es muy conocida la colaboración de Albert Camus con Walt Disney. En 1954 el cineasta americano reclutó un grupo de escritores franceses, buena parte de ellos académicos, para dar lustre a un libro con fotogramas extraídos de su documental Desierto Viviente. El texto de Camus, más allá del rigor científico que entrañe o del que adolezca, es bellísimo y damos de él aquí un fragmento.




La edición francesa del libro, notable por su composición



La noche y el silencio caen de pronto sobre el desierto transfigurado. Por un breve instante todavía, algo, en estas soledades, espera aún lo imposible, el milagro continuado: fuentes mudas manan en la arena, y un tallo invisible se llena de insectos felices. La paz va a triunfar, el ratón dormirá cerca de la serpiente, el lince renunciará al asesinato; el Edén, en una palabra, agitará las ramas de sus grandes árboles por encima de las praderas fértiles en las que duermen las fieras inocentes. La mañana puede levantarse a continuación sobre las colinas inmutables y los valles desolados, la cacería implacable puede reanudarse. El sol del mediodía puede alcanzar su cénit, abarquillar las flores para quemarlas y matar la vida y la esperanza sobre la inmensa llanura. El recuerdo, al menos, reside en el frescor y en la belleza. Será oscurecido por el viento que, de nuevo, recubrirá plantas y animales con una ceniza de arena; perderá uno tras otro sus colores, las fuentes se secarán, la hierba crepitará antes de morir. En la guerra nuevamente declarada, los animales se morderán mutuamente en la garganta; amores salvajes se sucederán entre los dos desiertos del cielo y de la estepa. El Edén está lejos, las praderas han ardido, y en adelante, quizá durante largos años, el miedo, la sed, los breves triunfos, la muerte, reinarán en estas soledades. Sólo la tregua jadeante de la noche aportará a los animales un descanso, y aún inquieto. Pero la esperanza que pierde su apoyo y su luz, la esperanza de la noche, tiene un nombre que esconde el secreto de toda grandeza y que se llama obstinación. ¿Quién viviría o crearía en los eriales que la Naturaleza o la sociedad ofrecen al hombre, de no ser por la obstinación sagrada? ¿Quién consentiría en soportar la recriminación y el temor, y en caminar por el desierto que cada cual lleva dentro de sí, sin esta testarudez soberana que rechaza la dimisión y convierte la misma muerte en una victoria? Los desiertos son, por esta razón, reinos de la única virtud, la que existe por sí misma, sin necesidad de ninguna otra: la voluntad de existir. 


(Albert Camus)

La modesta edición española de Desierto Viviente

[Último gruñido preveraniego de Gromov]

De retirada


El Rastro, verano de 2014


La Dolce Vita



El Rastro, verano de 2014



Fernando Ortiz


[Larsen]


Pura alegría


El Desván, Burgos.








[Larsen]


29 de julio de 2014

Si volvieran los dragones...


De Dragons Love por S. Parlato



Si volvieran los dragones, Robin Hood,
las amazonas, Marco Polo, Nosferatu, Garcilaso,
Casanova, Buster Keaton, Mata Hari, Don Quijote,
Macedonio, Moby Dick, Los Bucaneros,
Nostradamus, Celedonio, Sargent Pepper,
Goyeneche, Sitting Bull, La violetera,
Janis Joplin, Doctor Jekyll, D'Artagnan,
la primavera, el Cantar de los Cantares, Greta Garbo,
el Tempranillo, Babilonia, Julio Verne, Camarón,

los conventillos, Gulliver, 
Sierra Maestra, Bonny and Clyde,
La Magdalena, Camelot, los alquimistas,
Atahualpa, Bonavena, la tetona de Fellini, Bakunin,
las ilusiones, Espartaco, Mesalina, las cigüeñas,
los bufones...


Si volvieran los dragones...
(Joaquin Sabina & Fito Páez, Enemigos Íntimos)


[Gromov] 

28 de julio de 2014

Lunes de Galbana





[malabia]


Las cordilleras del alba


Cortesía Tinofc





[el trapero]


Cuadernos de Poesía Nueva


El rastro, verano de 2014






[Larsen]


Las malas lenguas



El Rastro, verano de 2014


- ¿Qué estás leyendo ahora?
- Crónicas de sobremesa de Jacinto Benavente.
- Pa ti tienes.




Oído en el rastro.


Intertextualidad





Al principio, trapiellunos; ahora, bonillanos; después,...

[Heautontimorumenos]

Los divinos detalles




 Si levanta la mano al cabello para componerle, aunque no esté desordenado...




Estaba delante de su espejo, y se ocupaba en enredarse en la coronilla una gruesa trenza de pelo negro, recientemente tejida y terminada en la punta con un atadijo del mismo pelo y un lazo encarnado. 




Dos órdenes de pequeños rizos, guedejas sutiles, retorcidas con negligencia, le adornaban la frente, y de las sienes blancas, cuya piel transparentaba ligeramente la raya azulada de alguna vena, le caían dos airosos mechones.




No hay actitud más propia para apreciar debidamente las formas académicas de una mujer, que esa que toma cuando alza las manos y se enrolla una trenza en la cabeza, dejando ver el busto, el talle, el cuello en toda su redondez. 
 
  



Tiéndense los músculos del pecho, se contornea la espalda, y el ángulo del codo y las suaves curvas del hombro describen en su dilatación graciosas líneas que dan armoniosa expresión escultural a toda la figura.



 [Del Quijote y La Fontana de Oro]