31 de enero de 2018

Teatro de sombras


Editorial Nazarí, 2016















Fermín es un maestro secreto del cuento breve. Desde aquí le agradecemos el cuento que nos ha mandado para la antología sicalíptica Varios cuentos bárbaros.


Contenedor de papel 2



Segunda suspensión onírica de la trama narrativa


No quiero que las termitas horaden los deseos de mis alucinaciones, que penetren en los entresijos de mis apetitos necrófagos. Dejad que las reinas de mis tanatorios imaginados permanezcan ensimismadas en su propia belleza, la de los silencios que cantan hermosas canciones, aherrojados al mástil de una nave que surca el erebo, mientras los gorjeos inmundos del otro lado de las postrimerías garabatean en el éter muecas de huesos roídos. No quiero que las lunas afiladas de mis vírgenes escapen a mis ensueños tóxicos. Dejad, termitas de carne humana, que la combustión de los cuerpos ajenos se afanen en sus gemidos, y sus voces no me toquen, y el tacto de sus lenguas amantes no mancillen el celibato de mis caídas en el desorden de las vísceras calientes, de los músculos prestos a una respuesta desmesurada, del corazón torpedeado con precisión y saña por la sangre sin retorno. Dejadme con el perfume de los lotófagos a solas, para que los marineros que surcan los océanos de vuestros sexos en tensión desenfrenada, no arriben a mis costas. Os lo suplico, criaturas soñadas que pacéis en mis reposos, y que sin ser yo, sois mías, no dejéis vuestra melancolía varada en mis diurnos paseos sin propósito.

Texto perteneciente a una novela desconocida, inconclusa y anónima, encontrada por Mateus Porto Luz en un contenedor de papel de su vecindario lisboeta. 

Nota manuscrita del mismo Mateus Porto Luz, lector de hallazgos clandestinos y arúspice  de pájaros muertos, descubierta entre las últimas páginas en blanco: «Al parecer su autor o autora se obstinaba en escribir para los desolladores de libros apostados al alba en los albañales del rastro dominical, donde mañana canjearé esta novela por un pequeño secreter de chopo desvencijado que vi hace unos días.»



[Morti]





Las malas lenguas




"Me ha dicho el trapero Larsen que cada vez más coreanos siguen el blog".

Visto y oído en la calle del pez


30 de enero de 2018

Haiku




[VK]

Hojeo



 Escribir –como si nada fuera importante– / el sencillo irse de las horas / sentado en la terraza de un café / de una provincia española. / Escribir, como si estuviera escrito / que el ruido de esas tazas sobre el mármol / tuviera que pasar al arroyo claro / de unos versos. / Escribir, como si nada fuera.


[Larsen]

Flâneur


La vida a medias, A. Fierro

[el trapero]


Hoy en el Rastro




[El Amanuense]

29 de enero de 2018

Desierto de Sonora

"Todo se lo debo a Parra". R. B.

Joyce


J. C. Llop


[el trapero]

Para matar el recuerdo

A lo largo de su rica y variada vida profesional en el mundo del cine, Jean-Claude Carrière ha sido testigo privilegiado de la historia de España en los últimos cincuenta años. Colaborador predilecto de Luis Buñuel en los guiones de películas ya clásicas como Diario de una camarera, El discreto encanto de la burguesía, La Vía Láctea o Ese oscuro objeto del deseo, Carrière evoca en este libro su larga relación con nuestro país, desde que en su infancia viera aparecer a dos niños republicanos en su colegio hasta su época de intenso trabajo con Buñuel, que supuso para el joven guionista el descubrimiento de un mundo perdido, de una España que ya sólo existía en la memoria del cineasta aragonés, aunque todavía pudieran visitar juntos algunos de sus escenarios.

De la mano de Buñuel, Carrière conoció también a otros personajes inmensos como Pepín Bello, José Bergamín, Fernando Rey o Francisco Rabal, protagonistas en este libro de inolvidables escenas nunca antes publicadas. Pero más allá de Buñuel, Carrière habla aquí sobre todo de la esencia del país y de la idiosincrasia de los españoles, de su compleja historia, de su arte, de su insondable misterio.

[El Replicante D]

Books



 Somos gañanes, pero sabemos inglés (y2)

[J. Quintano]

28 de enero de 2018

Crítico

Razón de más

[el trapero]

La escafandra






[el trapero]

Regreso






[el cuervo]

Contenedor de papel



Suspensión onírica de la trama narrativa

Detente, río, que llevas disuelto en tu corriente el centelleo de miradas ambarinas, escamas de peces inmóviles, ahogados que contemplan los planetas yertos del olvido subatómico desde las profundidades criminales. Detente, río, pero no te demores en la casa de la bruja, donde volverías a las cumbres preliminares de tus escarpados declives, a perseguir durmientes, si no recelas del jactancioso y falso Elíseo que se te ofrece en esa marchita morada infantil. Detente, río, pero no te detengas en este sueño mío de ojos abiertos fosilizados en lágrimas de cárabe, de aletas de las cuales solo queda la turbulencia perdida de sus movimientos, de los sumergidos en vida que no perecieron en el lecho de los camposantos­­ porque el viento continuó soplando en sus médulas contra la voluntad secreta de sus párpados óseos... ¿Qué sueñas en esta suspensión del ritmo de los hechos evocados? Me interrumpió aquel a quien habían prestado una noche barbitúrica, para recordar aquello que el musgo de las estelas funerarias callan. Palabras, palabras… me contesté escondido en la poesía de la frontera, el último baluarte desde el que me defiendo de la melancolía de los fantasmas y las historias que traman quizás para no fenecer en la incertidumbre de la inexistencia. Pero no fueron estas palabras de tirador franco en los aledaños de la derrota quienes terminaron por imponerse antes del despertar, sino aquellas en las que Gudrun a merced de la corriente fluvial…


                                                            Texto perteneciente a una novela desconocida, inconclusa y anónima, encontrada por Mateus Porto Luz en un contenedor de papel de su vecindario lisboeta. 

[Morti]

27 de enero de 2018

Epitafio







[Larsen]

Nosotros los solitarios




Foto / Bernard Plossu

Diarios







[Morti]