30 de septiembre de 2020
29 de septiembre de 2020
Como si no murieras
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Los relojes cuentan bien las horas pero mal el tiempo.
Aforismos de Como si no murieras. B.M.
28 de septiembre de 2020
27 de septiembre de 2020
26 de septiembre de 2020
Los traperos del tiempo en la ciudad menguante
Escribo hoy en ABC sobre este grotesco retrato de una ciudad decadente patéticamente abrazada al turismo como último salvavidas en la que los que menos salen esperpentizados son los amigos traperos del tiempo, los ultramarinos...
25 de septiembre de 2020
24 de septiembre de 2020
Y una tarde cualquiera esparces mis cenizas en el mar
Santiago Fonseca Celada es un irredento solitario que nunca se ha sentido solo. Desde pequeño su afición era la fuga, tenía prisa por quemar el tiempo y, ya de joven, el viaje era una pasión que le llevaba a desaparecer largas temporadas en busca de algo que nunca alcanzó a definir ni a saber.
Ingresado en una fundación para enfermos a los que la medicina ya es solo un tratamiento paliativo, recibe la visita de su hermano que viene, como en otras ocasiones, a pasar unos días con él. En esas largas conversaciones nos ofrecen una tierna y descarnada radiografía familiar donde algunas figuras, como la del abuelo Tomás o la de los padres, por sí solas constituirían una memorable nouvelle.
Infancia, inolvidables juegos juveniles en el pueblo, viajes y primeras errancias… Así como la vida de Paco, inmigrante andaluz amigo del protagonista, con una historia a sus espaldas también novelesca. La recepción de la inmigración en la Barcelona de los años 40 y 50 con sus injusticias, su barraquismo y sus miserias.
Esta novela de un perdedor es también un relato de encuentros y despedidas y, asimismo, un repaso de querencias y amores que alientan esas vidas.
