21 de mayo de 2013

A Mario, un año después.







El Rastro, primavera del 2013












UNA VEZ

Una vez hubo un hombre
que nunca dijo, mío.
Golpeó en las puertas del mundo,
llamó a mi corazón.
Hablaba con palabras
que parecían  palomas.
Las cosas a su lado
se mudaban en blancura.
Le nacía en los ojos un alba
como un río de luz,
o como un mar lejano de gaviotas.
Un bálsamo de amor 
tenía aquel hombre
para éste mi dolor
sin nombre.

Celso Emilio Ferreiro




[ Mario, 
tus amigos, los Ultramarinos, que no conocemos el olvido, te recordamos siempre]





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