Para algunas de sus ilustraciones del Quijote, Dalí se ayudó de un pulpo vivo impregnado en tinta. |
EL PULPO
En sus asendereadas aventuras Don
Quijote fue vapuleado, magullado, bizmado, brumado, apedreado,… O sea, que le
cayó la del pulpo. Sin embargo esta analogía con el sufrido cefalópodo (que
proviene de los golpes previos a su cocción en la modalidad de pulpo a feira)
es relativamente reciente (la recoge el diccionario de Autoridades, pero no Covarrubias).
Ahora bien, Cervantes, al relatar en el Quijote una justa de esgrima, usa otro símil que
tiene que ver con la peculiar estructura anatómica del animal:
[…] el licenciado le contó a estocadas todos los botones de una media sotanilla que traía vestida, haciéndole tiras los faldamentos como colas de pulpo […]
El ya citado Covarrubias,
riguroso contemporáneo de Cervantes, no habla de “colas” en su Tesoro, sino de
“rabos de pulpo”, y nos da interesantes detalles:
Tras
esta críptica alusión hemos confrontado el coloquio entre los perros Cipión y
Berganza al que alude el académico:
CIPIÓN.- […] por tu vida que calles ya y sigas tu historia.
BERGANZA.- ¿Cómo la tengo de seguir si callo?
CIPIÓN.- Quiero decir que la sigas de golpe, sin que la hagas que parezca pulpo, según la vas añadiendo colas.
BERGANZA.- Habla con propiedad: que no se llaman colas las del pulpo.
CIPIÓN.- Ése es el error que tuvo el que dijo que no era torpedad ni vicio nombrar las cosas por sus propios nombres, como si no fuese mejor, ya que sea forzoso nombrarlas, decirlas por circunloquios y rodeos que templen la asquerosidad que causa el oírlas por sus mismos nombres. Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.
¿Por
qué se elude en la época de Cervantes hablar de los “tentáculos” del pulpo (también llamados "rejos")?
¿Cuál es el “oficio no muy limpio” de tales apéndices al que se refiere
el ortodoxo Clemencín? Tal vez se trate alguna connotación de tipo sexual como la que existe en
la cultura nipona:
El sueño húmedo de la mujer del pescador, por Hokusai |
Sobre esta vertiente inesperada del pulpo recomiendo encarecidamente el artículo El sueño húmedo de la mujer del pescador y la monografía Tentáculos de amor y muerte.
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[Dedicado al Amanuense, que no aceptó pulpo como animal de compañía y fue escéptico con su incorporación al bestiario quijotesco]
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