Bouvard y Pécuchet en plena faena |
[La cofradía coincide de nuevo, no hace falta decir dónde, pues esta vez se trata de un luminoso Domingo]
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Larsen: ¿Ya vuelves a estar por aquí, Gromovian? A ti, que tanto
te gusta lo ruso, te cuadra ese antiguo
dicho de tierras eslavas que dice: “Un visitante no deseado es peor que un
tártaro”. Si has visto Andrei Rublov
de Tarkovski, o has leído Tarás Bulba de
Gogol, como alardeas, sabrás lo que quiero decir.
Gromov: Yo nunca me jacto de nada, y tampoco me epata tu ingenio
tuitero, Larsen, que no va más allá de los 140 caracteres. Y ya sé yo de dónde
los sacas: de ese librillo que ha escrito un famosete con frases lapidarias de
internet que se titula: A las dos, serán
las tres (o al revés, no me acuerdo). Seguro que te lo has leído de cabo a rabo.
Larsen: Yo sólo leo lo que escribo yo. No como tú, que te sabes de
memorieta el Diccionario de Aforismos
ese de Cesáreo Goicoechea para poder saquearlo según la ocasión. Que ya alguna
vez nos lo has dicho.
Tinofc: No me gustan los aforismos ni los refranes. Ni, en poesía,
los jaikus. Son todo cagaditas de impostada quintaesencia.
Gromov: ¿Ya estamos pontificando, Tinofc? ¿Y entonces Litchtemberg,
La Rochefocauld, Gracian, Wilde… según tú, ¿son basurilla?
Amanuense: No, pero es cierto que muchas veces todo ese material se
descontextualiza en hojas de calendario o cabeceras de periódico, y entonces se
convierte en píldoras que pretenden ser vox populi, o para uso de gente que no
es capaz de articular un discurso.
Gromov: Sobre ese tema, te recomiendo hacerte con los Escolios a un Texto Implícito. Que, por
cierto, es un libro de aforismos.
Amanuense: Prefiero los hombres a los libros; y en último extremo,
cuando quiero un libro, lo escribo. Si acaso salvaría los Adagia de Erasmo, que es un tesoro. Tengo una edición preciosa,
pero está en latín. No sé si en castellano hay algo.
Larsen: Yo tengo una selección que compré aquí, en el Rastro, con
el título Apotegmas de la Sabiduría
Antigua.
Gromov: También son muy recomendables los Aurea Dicta recopilados por Tierno Galván; y L’Ape Latina; pero este último está en italiano.
Amanuense: A mí también me gustan mucho los grafitos pompeyanos
(graffitis, diríamos hoy) y los epigramas griegos y latinos. Estos últimos,
sobre todo los funerarios, son de gran profundidad; pero los primeros son un puro
cachondeo.
Gromov: Pues dentro de la tradición lúdica de los aforismos también
meteríamos las famosas greguerías de Gómez de la Serna. Ha dicho Trapiello recientemente
que llegan no sé si a las 5000 o a las 55.000. Pero creo que se pasa, porque yo
tengo el tomo de Galaxia Gutenberg con el Total
de Greguerías y no son tantas.
Tinofc: Yo tengo el de Joya de Aguilar. Pero Gromov, ya sabrás que
la greguería la inventó Jules Renard.
Gromov: Algo de eso había leído. A mí me gusta una que dice “el
teléfono es el despertador de los despiertos”.
Amanuense: ¡Y lo dices tú, que no tienes móvil!
Gromov: Sí que tengo: ¡ser feliz en la vida!
Larsen: Mirad: el que hablaba de ingeniosidad tuitera…
[Spasavic]
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