TRES CONSEJOS MORALES
que quien suscribe considera provechosos e incluso imprescindibles para juntaletras, letraheridos, poetas en ciernes, presuntos creadores y veleidosos de toda laja, orden y especie; encontrados por azar en las guardas de un libro oculto en el fondo de un baúl que tiempo ha que no se abría.
Uno:
"Pero no puedo empezar a escuchar a los críticos. Un escritor escribe desde sus entrañas. Ellas le dicen lo que es bueno y lo que es solamente adecuado".
Barton Fink, personaje de película.
Dos:
"Corregir es podar. Desembarazar el texto de todos los excesos de los que le ha dotado el "manantial" inagotable de la ocurrencia. Luego viene la inteligencia y el arte. Es ahí, creo yo, donde está la literatura, el verdadero trabajo de escritor. El trabajo evaluable".
Tino R. Melcón, pensador peripatético.
Tres:
"Tienes que echarle ilusión, trabajo y ganas de enfrentarte a los abismos, incluso los tuyos. Y sobre todo estar dispuesto a perecer en la hoguera, así pues abandona las pantuflas y el calorcito burgués y a escribir y a leer y a pensar y a sentir".
Josemi Mortisaga, escritor en la sombra.
[Antonio Toribios]
* * *
Amigo Larsen:
¿Cómo va esa vida retirada?
Te envío un adjunto por si te parece digno y apropiado para figurar como
un pecio más en esa mar océana.
Un abrazo,
Antonio
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