Decía Simon Garfield que la carta de venganza del post anterior le recordaba el tono de las brujas de Macbeth. Pues curiosamente, sincrónicamente, la misma tarde de publicarlo me compré el famoso Libro de San Cipriano, el que leía con misterio la Moucha de El Bosque Animado. En él puede encontrarse, entre otros muchos, este conjuro donde (como en el famoso de la queimada) también aparecen los sufridos sapos:
HECHIZO DE UN SAPO QUE TENGA LA BOCA COSIDA
Cójase un sapo bueno y grande y cósasele la boca con una hebra de seda negra, y después de que tuviere la boca cosida, métase en una olla y díganse las palabras siguientes:
"Sapo: yo, por el poder de Lucifer, Belzebuth y Astaroth y por el de todos los espíritus infernales, te condeno, fulano (aquí se dice el nombre de la persona a quien se trata de encantar), a que no tengas en lo sucesivo una sola hora de salud, pues coloco tu vida dentro de la boca de este sapo, y así como él, irá falleciendo poco a poco y perdiendo la vida con la salud, así te sucederá a ti por el poder de Lucifer, de Belzebuth, de Astaroth y de todos los espíritus infernales."
Es preciso tener en cuenta que, si después de hecho el hechizo y cuando éste ha comenzado a surtir sus efectos, os arrepentís de él, lo podéis deshacer fácilmente, bastando para ello sacar el sapo fuera de la olla, descoserle la boca y darle a beber leche de vaca por espacio de cinco días. Al sacársele de la olla, deberán decirse las palabras siguientes:
"Por el poder de Lucifer, de Belzebuth. de Astaroth y de todos los espíritus infernales, es mi voluntad que quede deshecho el hechizo que pesaba sobre Fulano. . . (aquí el nombre) y que recobre la salud mediante mis deseos, así como este sapo va a recobrarla mediante mis cuidados."
[G.]
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