Acabo de ver por décima vez "El tercer hombre". Es edificante ver a Holly Martins haciéndose preguntas, a sabiendas de que las respuestas podrían causarle un dolor lacerante e insoportable. En eso consiste, entre otras cosas, la honradez intelectual, en buscar la verdad por encima de todo, por respeto a la conciencia propia y a los demás.
[Morti]
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