Inicios de los “Crisolines”
Como todo bibliófilo sabe, los “Crisolines” de Aguilar tienen un tamaño de 80x65 milímetros. Desde que se publicaron por primera vez, en 1946, tuvieron un gran éxito que dura hasta nuestros días. Quizás este éxito se deba a su pequeño tamaño, a su encuadernación en piel, su papel biblia y su contenido, joyas de la literatura hispana. El resultado de todo esto es un producto muy apetecido por los coleccionistas.
Pero los inicios no fueron sencillos. Los editores tenían todo estudiado: el papel, la encuadernación, la temática…lo que más les costó decidir fue precisamente lo más característico de estos ejemplares: el tamaño. Hubo reuniones y más reuniones, discusiones, negociaciones, controversias, debates…y hasta trifulcas entre las dos facciones: la Liliputiense y la Brobdingnagiense. La contienda acabó cuando hubo un tránsfuga en la segunda, el encargado de comprar el papel.
Adjunto documento gráfico en el que pueden observarse a los componentes brobdingnagienses calibrando los primeros ensayos. El tránsfuga no aparece, es el que tomó la foto.
Foto prestada del libro: “Guadalupe, arte, historia y devoción mariana”, de Arturo Álvarez
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[El Amanuense]
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