Glenn Gould desarrolló una exitosa carrera como pianista. Sus recitales eran un espectáculo, con su desportillada silla enana y sus canturreos al teclado. Pero un día le dio la murria y desapareció. Ya no se le volvió a ver por
las salas de concierto: desde entonces sólo mantuvo contacto con el público a través de
sus grabaciones discográficas.
[G.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.