LA POESÍA DE DOHMS
Si quieres, hombre, en el mundo,no ser un sujeto inmundo,no tengas prisa en nacerni dejes que, sin querer,te saque la comadrona.¡El mundo es una encerrona!Puedes creer al poeta,que muchas veces se inquietay en buenos líos se mete.Robado al Fausto de Goethe:“el hombre solo es fraternosi está en el claustro materno”.Y luego está el padre estadopara hacerte desdichado.Él te impone coaccionescon leyes y prohibiciones,lo que le importa es que paguesy, acaso, que no te embriagues.Así vives oprimidoy completamente hundido,y si intentas olvidarlo que tienes que aguantar,con tu vino o tu cerveza,te da dolor de cabeza.Y entonces llegan los añosy acaban con tus redaños,te rechinan las junturasy andar despacio procuras,la cabeza te flojeasin tener ninguna idea...Y así, de golpe y porrazo,has doblado el espinazoy te han dado ya el zarpazo.En fin, como despedida:¿qué es el hombre?, ¿qué es la vida?Ya nuestro Schiller decía:“No es ninguna gollería”.Yo te digo, sin embargo,que es un trago muy amargo:el palo de un gallinero,para no ser muy grosero.
(Oído hace muchos años, sin localizarlo hasta hoy: lo recita Franz Biberkopf en Berlín Alexanderplatz)
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