Foto / Bruno Marcos |
PRESENTACIÓN SICALÍPTICOS
Presentamos hoy una nueva antología de cuentos dentro de la colección “Sicalípticos”, con el título “Varios cuentos bárbaros. Erotismos macabros”. Dicho título justifica la cita valleinclanesca de “Sonata de otoño” que precede al prólogo, puesto que en esta el protagonista es la insania del amor, aunque dulcificado por la estética modernista del momento. Cada uno de los autores y autoras han interpretado y actualizado, según su personalidad y estilo, esta insania del amor-sexo que anida en el tártaro del alma humana.
Así, Bruno Marcos en “El hombre omega” traza una geografía postapocalíptica donde un maniquí satisface los deseos imposibles del protagonista.
En cambio en la narración de José Manuel Donís, “Skype”, ese deseo se materializa en la carnalidad existencial y sexual de las exnovias del personaje central.
Sobre relaciones amorosas del pasado trata también “Relaciones íntimas” de Fermín López Costero, donde una exesposa fallecida se resiste a abandonar el prefijo del abandono y el olvido.
Pero donde la perversión de la dulzura alcanza cotas inimaginables es en “Azul”, de Alberto Torices, en el que una mujer en coma despierta gracias a los oscuros impulsos de un médico.
Menos radical es la parafilia de un decapitador de pájaros, núcleo argumental de “Niara”, de Nuria Viuda.
La tensión bárbara y macabra vuelve a subir en el relato de José Miguel López-Astilleros, “El vis a vis”. Un psicópata de raigambre freudiana protagoniza un vis a vis salvaje en la cárcel donde cumple condena, como consecuencia del enfrentamiento entre la realidad y su manera de percibirla.
Mucho más agresiva y pornográfica es la historia del necrófilo imaginado por Bárbara G. Nogueira en “Frío alivio”.
Un descanso tras tanta violencia nos brinda Antonio Toribios en “El juicio de Paco”. Aquí un don Juan provoca la tragedia por el amor carnal de tres primas.
Y para concluir, practicar el sexo en lugares inverosímiles exacerba la libido de la protagonista de “Atanasia” de Isabel Llanos, que termina frecuentando los tanatorios como metáfora del sempiterno enfrentamiento vital entre Eros y Tánatos.
Gracias a todos por vuestra participación, así como al Dr. Lesstop que cierra la obra con un epílogo, y al prologuista Miguel Martínez Panero, con quien os dejo ahora, no sin antes agradecer encarecidamente vuestra asistencia, muchas gracias.
J.M. López-Astilleros
(Texto leído por el editor ultramarino en la presentación de Varios Cuentos Bárbaros, número cuatro de la colección Sicalípticos. Manual de Ultramarinos, 2018)
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