Repasando anaqueles, reafirmo mi creencia de que un buen librero es tan necesario como un buen médico de cabecera. Cada uno tiene su ojo clínico y te arreglan el cuerpo o las mientes cuando hace falta. Estas son sugerencias antiguas del librero del gremio.
[Letrado Quintano]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.