El Rastro, verano del 2013 |
Adolf Eichmann
Corre libre el viento por nuestras llanuras,
eterno bate el mar vivo nuestras playas.
El hombre fecunda la tierra, la tierra da flores y frutos:
vive con dolor y alegría, espera y teme, procrea dulces hijos.
…Y tú has llegado, nuestro precioso enemigo,
tú, criatura desierta, hombre rodeado de muerte.
¿Qué sabrás decir ahora, frente a nuestra asamblea?
¿Jurarás por un dios? ¿Cuál dios?
¿Saltarás en el sepulcro alegremente?
¿O te lamentarás, como al fin se lamenta el hombre laborioso
al cual la vida le fue corta para su arte demasiado larga,
de tu triste tarea no cumplida,
de los trece millones aún con vida?
¡Oh! hijo de la muerte, no te deseamos la muerte.
Que puedas vivir tanto como nadie jamás ha vivido:
que puedas vivir insomne cinco millones de noches,
y te visite cada noche el dolor de los que vieron
cerrarse la puerta que impide el camino del regreso,
crecer las sombras en torno, cargarse el aire de muerte.
Primo Levi
[Gromov]
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