Los tiempos astronómicos suelen medirse en eones y sus
distancias en pársecs. Por eso es un hecho notable que en poco más de un año desde
que se cartografió por vez primera la Galaxia Ultramarina, ésta haya engrosado
de forma notoria, variando
sustancialmente el panorama cósmico. Esta
entrada pretende referir al autoestopista galáctico las principales
novedades que deberá tener en cuenta en su periplo.
En primer lugar, a finales del año pasado se avistó por
primera vez la estrella malabia, que
hasta entonces no había eclosionado. La actividad de esta supernova a partir de
dicha fecha ha sido frenética, desbordante, y en buena parte la Galaxia
Ultramarina gravita ahora de acuerdo con sus periodos.
Por contra, el agujero negro Ridruejo ha desaparecido del mapa, tragado por su propia atracción
fatal. En el lenguaje topológico-astronómico se dice que ha devenido en una
singularidad, una especie de big bang a la inversa.
También ha habido mutaciones. El cometa Pescador, que seguía una trayectoria hiperbólica, se metamorfoseó a
mediados del año pasado en Bombita,
procedente de la constelación de Tauro, y ahora su ruta es elíptica, de
modo que muchas veces pasa desapercibido.
Ha aparecido así mismo una gran masa de asteroides erráticos:
La Biondetta, Garduña, Can Dido & Vip Erino, Bubble Boy… Alguno ha pretendido alcanzar la categoría de planeta,
o al menos de satélite de los ya
catalogados, pero no tienen entidad para ello. Aunque tal vez sí se pueda dar
ese marchamo a Poil de Carotte, que
desde hace poco más de medio año se desvinculó de Vokislav Karbajc y ahora sigue su propia órbita.
Ulises Lima es el planeta X de la Galaxia, es
nuestra materia oscura. Las ecuaciones gravitacionales que acreditan la expansión cósmica predicen su
existencia, pero sólo es la sombra de una sombra. Todo lo contrario que el Docto Spasavic, que aunque inicialmente
fue recusado, ha adquirido plena carta de identidad, tal vez demasiada. Su música
de las esferas nos marea.
Seguimos con el star system. El fino Amanuense se ha hecho notar bastante desde el último registro
cartográfico, siempre a su libre albedrío: se está convirtiendo en toda una
gigante roja. Tinofc Ocramalliv sigue
ejerciendo de eminencia gris, pero va camino de enana blanca. Larsen y Gromov forman ocasionalmente una estrella binaria, pero tienden
a repelerse, todo lo contrario que la estrella gemela formada por Charlus&Jupien. Por su parte, Mortisaga y el Cuervo
son púlsars que sólo hacen acto de presencia física en la Galaxia si ocurre una
efeméride.
Y queremos concluir consignando una imperdonable omisión del
primer mapa ultramarino que se subsana ahora: la omnipresencia tutelar de Mario en forma de polvo estelar.
[Nicolaus Copernicus]
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