17 de febrero de 2014

Bestiario del Rastro (VII)



Los Más Preclaros Especímenes de la Rastrosfera


VII


Fauna alóctona


Bajo este epígrafe recogemos distintas especies que de manera ocasional se introducen subrepticiamente en el Rastro, normalmente en su periferia, en contraposición con la fauna autóctona o tradicionalmente establecida.

  • Alienófilos: Casualmente, estos especímenes han encontrado sus variados productos de venta antes de que sus anteriores propietarios los hayan perdido. Venden a hurtadillas y nadie les mira siquiera cuando lo que tienen no interesa, siendo considerados entonces como alimañas o poco menos; pero si ofrecen algo con enjundia, todos se tapan los ojos y se lo compran a precio de baratija y sin remordimiento alguno: al fin y al cabo, ellos son las verdaderas víctimas y no se les puede reprochar que luchen por la supervivencia.
  • Floristas efímeros: Cuando los botones de primavera y las calas eclosionan, estos seres eventualmente heterótrofos sientan sus reales en los aledaños del Rastro y le hacen partícipe de su fragancia y colorido.
  • Manteros: Surgen de extranjis en torno al mediodía, por temor a los gendarmes municipales, pero también para arañar, cuando el tiempo lo permite, unos pocos rayos de su querido sol africano. Contrariamente a otras especies adventicias, suelen aparecer en pleno corazón del Rastro, donde la biodiversidad es mayor, pues su éxito radica en la variedad de gustos (y en la reproductibilidad técnica de la obra de arte de la que habló Walter Benjamin antes de suicidarse). Tienden entonces su característica manta mientras no haya aviso de agua, en cuyo caso la recogen en un plis-plás y se mimetizan con el entorno. Es una especie muy evolucionada (está a la última), pero se encuentra tan explotada y parasitada que ocupa un lugar muy bajo (si no la misma base) de la pirámide rastrófica.
  • Menuderos y trapicheros: Son aves de paso que sustituyen a media mañana a la fauna nativa si, debido a las inclemencias del tiempo, ésta no ha salido de su guarida. Suelen ser magrebíes de algarabía gutural, europeos del este que hablan un castellano depurado a las dos semanas de haber migrado y apátridas sin lengua, que malviven al margen del sistema y se surten de sus desechos. Sus productos de venta pueden resultar de lo más inverosímil, pero destacan por su amplia variedad los miles de cargadores de móvil de los que disponen.
  • Piropatéticos: Venden, siempre en movimiento, mecheros con obsolescencia programada, cerillas que de cada siete enciende sólo una, pilas de tamaño no estándar e incierta duración, y condones de la marca POROX.
  • Signatarios: Te solicitan una firma para pedir lo impensable, ya sea la protección del caribú roqueño o la financiación con fondos públicos del mausoleo del dueño de Zara. Si consiguen tu atención por un momento, se te pegarán como lapas con sus potentes ventosas y su verbo mareante, y ya no te librarás de ellos.
  • Verduleros de urgencia: Los oscuros medios de provisión de ciertas frutas y hortalizas, y su extrema perentoriedad, les fuerzan de cuando en cuando a ofrecerlas a bajo precio y a voz en grito de manera coyuntural y aleatoria.

Esta atípica tipología (perdónesenos lo cacofónico de la expresión) puede ser más o menos simpática y resultar mejor o peor vista en el Rastro, pero es indudable que, en unos casos más que en otros,  resulta crucial para su mantenimiento y viabilidad.

[Frenología y fisiognomía: no consensuada por la comunidad científica debido al amplio espectro de la muestra.]

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[Gromov]

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