3 de mayo de 2015

Microporn





PERIODO DE PRUEBA
Procuraba no perder sujetándole las nalgas contra la formica del aparador. Suda a mares, mientras imprime a las caderas el vaivén preciso y reza para que el vigor no le abandone. Y es que uno –piensa– no sabe a veces cómo ha hecho para vérselas en depende que fregados. El anuncio era tentador, y él siempre se ha tenido por docto y bien dotado. Pero, decididamente el trabajo mata la ilusión. Sobre todo con el cámara, el iluminador, la script y el marido de la partenaire sin quitarle los ojos de encima. “Se acabó, yo me voy”, dice mientras descabalga y se dirige hacia las duchas.

Antonio Toribios


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