Las malas compañías

El Rastro, primavera de 2015

“El tomo que me faltaba de Malaparte me lo quitó el trapero por una mano, aunque el que sacó la liebre fue el sabueso Gromov. No sé si sabes que toda la caja de fotos de toreros que encontró Bombita en el tendido la acaba de vender en Todocolección, lo más curioso fue quién se las pidió: Cacharreiro. ¡Vaya casualidad! Se ven todos los domingos en este barrio de deshechos, y seguramente ya las tenía ojeadas, pero dudó y se las quito el maletilla de Torre. Algo parecido me pasó a mí, pedí un Diario de Sánchez Ostiz y cuando me contesta el vendedor (online) me dice: si soy tu vecino, pásate por casa, te llevas el libro y te invito a un vinito. Pasé por la Fundación Cerezales y vi su Arqueologías de futuro.  Si en vez de tanta exposición moderna y neoyorkina  les trajesen al pueblo la orquesta Suavecito cuanto mejor estarían; eso sí, desgravarían menos. Me dijo Gromov, antes de ir a pedir la propina a su madre que estaba en la boutique cale, que te preguntase cuándo salían esas crónicas de ultratumba del baratillo. Te estás acomodando. Aunque estén mal escritas y reniegues del maestro Podadera, siempre a uno le gusta saber cómo lo ven los demás. No sé si ir a la Feria de libro de Valladolid o pedirle al estepario que me mande unas fotos de los escaparates y pedir lo que más me interesa, total Gromov pasa por ahí todos los días, camino de Libros & Libros. ¿Has bajado al delta?, allí estaba Michichalequines acelerado; Marilyn le decía que se calmase porque en ese estado espantaba a los curiosos. Se defendía con un retrato del Generalísimo, que solapaba su cabeza, gritando: estoy colocado, ya no tengo crisis. Pero, ¿dónde se habrá metido Garcilaso? Ha dejado la persianera puesta y ya son más de las diez y sin escuchar una égloga. Tampoco he visto al Botillero malasombra, seguro que está en Alfranca disfrutando de su jubileo sincronizado. 

Aquí no viene nadie. Me voy a por unas aceitunas y a seguir leyendo en el altillo Vendrán más años malos y nos harán más ciegos".