Rescates

 

Rescatado del purgatorio desde donde los libros son empujados a las cenizas de la hoguera. Me pregunto en qué estado del alma se encuentra la de los libros que permanecen en una biblioteca privada o pública sin un lector que echarse a la boca de sus páginas, ni siquiera son cenizas de rescoldo enamorado como aquellos desgraciados que perecieron ajusticiados en las llamas.

Pero has de saber, amigo Larsen, que si bien son los lectores los que devoran libros, como es creencia común, son los muy buenos libros los que devoran a los muy buenos lectores, para devolverlos después al mundo muy distintos a como eran antes de que sus palabras los atraparán con sus luces y oscuridades, de esos universos suyos que son la revelación de los nuestros.

Morti