Lo tuve en la mano. A punto de comprarlo. Esa primera edición se la dedicó Lorca a don Luis Calandre, su médico en la Residencia de Estudiantes. Llevaba su ex libris. Pero no estuve aquel día inspirado y lo perdí para siempre. Esto me ha pasado otras muchas veces en mi ya larga vida de bibliófilo. Pero nunca con un Lorca de esta categoría. Aún tengo pesadillas.
>JLMelero



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