1 de julio de 2020

Horizonte de sucesos






Horizonte de sucesos





El primer día que nos liberaron, lo celebré saliendo muy de madrugada de mi topera. Me ajusté la escafandra a la cabeza y me dirigí al bosque más cercano. Nada más pisar la calle, comencé a flotar y me puse en órbita en torno a una bellísima Nymphalidae, que volaba por allí exhibiendo los radiantes colores de sus alas. Pero solo fue un hermoso sueño, porque en realidad no era una mariposa en torno a quien trazaba una elipse, sino un cárabo con inquietantes ojos de azabache, en cuyo campo gravitatorio había quedado atrapado. ¿Acaso me había confundido con un roedor y terminaría devorándome por entero?


José Miguel López-Astilleros




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