Regreso al silencio
Al ultramarino Salvatore
In
memoriam
Llueve,
palabra desnuda,
sobre los átomos de la
ceniza
que permanece en tierra.
Llueve,
palabra pura,
sobre el estado gaseoso
de quien fuimos.
Llueve,
palabra fértil,
en la oscuridad silente
de las ausencias.
Amanece.
Las abejas desordenan la
atmósfera.
Pecorean
el néctar de las almas
recién llegadas
desde la palabra lluvia
al dolor de seguir vivos
sin voz.
José Miguel López-Astilleros
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