Con motivo de la cuadragésima Feria del Libro montan un
tingladillo de “editores emergentes” donde, entre media docena de nombres, alguno
realmente sobrevenido a última hora, no veo el de malabia.
¡Ah, claro! Es que el ignoto personaje, con un catálogo consolidado
de casi tres años de andadura, no es emergente sino divergente: un “editor
abisal”, más que submarino.
¿Será por eso que canceló el sarao del pasado sábado, para
que ni por asomo se le asocie con los susodichos?
[Leo Garduña]
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