6 de julio de 2015

Me agobia la masa





A Toribios y al poeta Pascal, con motivo de las recientes fiestas de San Juan y San Pedro.


Me agobia la masa, la muchedumbre que invade las aceras durante la fiesta local, no soporto el gentío, la marabunta que te lleva sin remedio y que te ahoga, esa marea de dirección única que te impide cambiar de dirección, la señora agarrada al marido, los irritantes niños que te impiden el paso y te hacen frenar en seco, el grupo que no tiene prisa, el rebaño que te arrastra desde los fuegos artificiales hasta la orquesta de pueblo, odio a todo ese desfile que me recuerda a los muertos vivientes sin cerebro, no dejo de mirar el vaso que sujeta el de al lado a punto de caerme encima, la interminable cola que me separa de mi helado, la turba ahora de repente inmóvil ante las luces de la verbena, como sin sangre, no bailan pero te observan con mil ojos criticando tu cadencia en el pasodoble, la pareja de sexagenarios que te mira por encima del hombro, gente mires donde mires, plebe sin criterio, culpables de que tarden una hora en traerte tu cerveza, el olor a sobaco del de delante, me ahogan, ya no lo soporto más, míralos cómo disfrutan robando mi espacio, el maldito vulgo que corea porque hoy para mí es un día especial puede ser mi gran noche, noto como que me falta el aire, no imaginas cuánto lo odio, cómo anhelo sentarme en un lugar apartado a charlar solamente con dos, tres como mucho, cinco ya son multitud, me consuelo unos instantes con esa imagen pero abro los ojos y me rodean centenares de personas en medio de una plaza de la que no puedo escapar y por unos instantes deseo, sí, que la multitud desaparezca a cualquier precio, que caigan fulminados por el suelo, que termine ya de una vez por todas este exceso de humanidad.

[Raquel LLamazares]

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