19 de marzo de 2016

Efectos secundarios


Librería Galatea



Cuando el librero Leo le enseñó la primera edición de Consolación de melancólicos de  F. Bejarano, al polaco le dio la calambrina.

[el trapero]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.