14 de abril de 2015

Medidas de áridos






Para el nativo digital, el libro no ocupa lugar (ni tiempo)

El analfágrafo cuenta los libros por número de ejemplares o volúmenes (antiguamente llamados cuerpos de libro)

El comprador del rastro tiene como referencia las bolsas de libros que atestan su maletero

El vendedor del rastro se rige por el número de cajas de libros que transporta en su furgoneta

El bibliófilo de campanillas tiene su mente compartimentada en las baldas o anaqueles de sus estanterías

El librero feriante mide en metros de caseta o en palés de libros


[Piero della Biondetta]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.