Los libros iniciáticos del entrevistado
-¿Cuándo empezaste a leer?
-No lo sé, lo tengo tan lejano en el recuerdo como
cuando empecé a hablar. Debió de ser a la par.
-¿Qué fue lo primero que leíste?
-Cuentos y poemas para
niños extremadamente inteligentes de todas las edades, de Harold Bloom. Y luego, uno a
uno, todos los libros de su Canon.
-Háblanos te tu experiencia lectora en la escuela, el instituto, la universidad…
-En el cole no se me inculcó hábito lector, en mi
caso yo creo que eso fue más bien un gen familiar. En el insti iba a
contraprograma: si nos mandaban El Conde
Lucanor, yo me decidía por el Disciplina
Clericalis, mucho más divertido y menos moralizante. Si había que leer el Lazarillo, que se tarda una suspiro, yo
me tragaba el tocho del Guzmán de
Alfarache aprovechando hasta los recreos. Odiaba los comentarios de texto,
todavía los abomino, y la uni fue la puntilla en ese proceso de deconstrucción
de la literatura…
-¿Qué tiempo dedicas actualmente a leer?
-El que otros adocenados pasan viendo televisión; y te
aseguro que ese tiempo robado a la caja tonta me da una buena media diaria.
-¿Escuchas música mientras lees?
-Sólo como pendant.
A ver: si estoy con Cortázar me pongo jazz; si leo a Carpentier, música
barroca. Y así…
-¿Cuáles son tus autores favoritos?
-Marías, Vila-Matas, Zafón… Soy omnívoro.
-Ya. ¿Y tu editorial preferida?
-Me gustan las independientes que acaba comprando
Planeta o Random House. En particular, esas con nombres herbarios como “Ediciones del Serbal” o “Pepitas de
Calabaza”.
-Para acabar ¿En qué emplearás el bono canjeable por libros del premio?
-En un ebook: seguramente un Kindle o un Papyre, ya miraré
a ver cuál cojo.
[Filtrada, no podemos revelar fuentes]
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