20 de febrero de 2016

De Conversaciones Mantenidas, Oídas O Robadas En Librerías De Viejo, Donde Lo De Menos Son Las Librerías.



Polisemia

Hace unos días nos enteramos de la muerte de Alan Rickman, el inquietante profesor Snape de las películas de Harry Potter. Tenía ya casi olvidadas estas películas, a pesar de disfrutar de ellas tanto como mis hijos cuando los llevaba al cine a verlas. Harry Potter, por esos pasadizos porosos que tiene la memoria,  hizo rescatar de las brumas del olvido un pasaje que sin duda descansaba junto a Snape, Hagrid, Hermione, los dementores y demás compañía. Fue hace unos años ya, en una librería de viejo. Me encontraba reptando por un pasillo lateral de la librería, entre las baldas inferiores de las estanterías, allí donde por lo poco accesible, a veces se encuentra algún ‘chollo’ polvoriento y olvidado, cuando oí, sin hacer caso,  que entraba algún cliente. Seguía yo a lo mío en aquel pasillo pero cerca de mí un grito ahogado me sobresaltó. Al incorporarme me encontré de frente con una estupenda señora con cara asustada. Nos pedimos disculpas mutuamente y dejé de quitar el polvo al rodapié de la estantería para adoptar una postura más digna y que no espantara a la clientela. Venía la señora acompañada de una joven, a la vista estaba que era su hija, también de muy bien ver y un chiquillo de unos diez años, cosas de la Naturaleza, una miniatura de su madre, y al parecer de nombre Miguelín. Preguntaron al librero por una menudencia de esas que leen ahora los críos en el colegio y mientras éste buscaba el libro hablaban las mujeres. No es que me interesara lo que decían, pero como ya dije antes, ambas estaban de buen ver, y mientras las miraba disimuladamente, no pude sustraerme a lo que decían que fue más o menos esto:

- Madre: fíjate la pobre Monse está fatal, desde que la operaron no levanta cabeza. Vaya depresión que tiene.

- Hija: Sí, no te lo dije. La vi en la pelu ayer. La pobre estaba probándose una peluca. La verdad es que sin pelo parece más enferma todavía. 

- Madre: pues el marido le ha regalado una perrita, será para que se distraiga, y mira que es rara, de la mitad para delante parece como un león de tanto pelo que tiene  y de la mitad para atrás parece un oveja, con poco pelo y rizado. Me dijo Monse que todavía no saben qué nombre ponerle...

- Miguelín: pues podían ponerle Quimera

- Madre: ¡qué cosas dices Miguelín! Vaya nombre

- Miguelín: pues qué. Está bien, le pega.

- Hija: ¿por qué lo dices, por lo de la quimio, no?

- Miguelín: ¡no, no, qué va! Como la mitad parece un león y la otra mitad una oveja ... 

- Madre: ¿y qué tiene que ver eso con ese nombre de Quimera?

- Hija: sí, no lo entiendo

- Miguelín: pues hombre, mitad león mitad oveja,  esa perrita sería una quimera, como el grifo que sale en Harry Potter

- Hija: ahora si que no entiendo nada

- Madre: pero Miguelín, a ver,  ¿qué tiene que ver un grifo con un perro?... hijo, lees esos libros tan raros que a veces pienso que ...

[El Amanuense]

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