23 de septiembre de 2013

Julio Camba


El Rastro, verano del 2013










«Era un escritor imbuido del humorismo inglés. Sabía muy bien Dickens y Chesterton. Yo tengo una gran admiración por Camba. Era un tipo curioso, un gallego extremadamente vivo. Tenía una intuición extraordinaria.» Josep Pla
«Camba era el logos, la más pura y elegante inteligencia de España.» José Ortega y Gasset
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A su regreso a Madrid, poco después de proclamarse la República, Julio Camba encontró un país en plena ebullición; un país que se había hecho republicano de la noche a la mañana. Sin embargo, los mismos que habían prometido destruir el orden burgués pronto acabaron convertidos a su vez en burgueses, viajando en coche oficial y comiendo en los mejores restaurantes de la ciudad.
Como a tantos otros descontentos, la deriva del nuevo régimen —que en su opinión no transformó más que la apariencia de las cosas y dejó intactos los auténticos problemas de los españoles— le decepcionó profundamente: «Ya no podemos, como antes, en nuestros momentos de irritación contra lo existente, tomarnos dos copas y gritar “¡Viva la República!”, porque hoy este grito carecería totalmente de sentido. La República nos quitó la ilusión de la República».
 (Los Libros del Silencio)




[Larsen perroviejo]


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