16 de diciembre de 2015

Bestiario del Quijote (LII)


http://www.lonequixote.com/blog/space-elephant

 

Elefantiasis quijotesca


Decía Stendhal que la política en la novela es como un pistoletazo en un concierto.

¿Y la novela en la política? Me hago esta pregunta al hilo del artículo que Trapiello publica hoy en el diario El País (el que lo quiera leer, que lo busque), donde el candidato a senador por UPyD se las da de Quijote redivivo al arrogarse dicha utópica pretensión. Y aún se atreve a poner en boca del Caballero de la Triste Figura una soflama partidista. ¡Qué desfachatez!

Aparece también el de Manzaneda en Radio Nacional (y es me lo encuentro por doquier), donde oficia de comentarista en el capítulo de los molinos para la engolada versión en audio El Quijote del siglo XXI (muy teatral; prefiero la simplemente leída por Camilo García Casar con su voz de Hannibal Lecter). Pues bien, una vez más le oigo sus capciosos argumentos de que la gente ni siquiera pasa de esa aventura cuando se pone a leer el Quijote porque no lo entiende debido a la brecha lingüístico-temporal y, de remate, la falaz tesis de que es necesaria su traducción al lenguaje actual (entiéndase entre líneas: "su de él"). Todo vale para vender los tochos recién editados en formatos normal (con apócrifos añadidos) y XL (éste, con vistas al mercado navideño).

Respondo a la pregunta planteada: la novela en la política, la novela sacada de contexto o metida con calzador, es como un elefante en una cacharrerría. Mucho de elefantiasis quijotesca, de hipertrofia impostada, ha habido en estos años (2005 y 2015) de centenario. La comparación no es baladí. El propio Trapiello, que "casualmente" sacó sus pastiches en los años citados, llevó inopinadamente un paquidermo a tierras manchegas en el primero de ellos, Al Morir Don Quijote.

[Leo Garduña] 


 

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