10 de noviembre de 2014

Hiperbóreos


El emblema de los hiperbóreos




Último día cálido de este otoño, en el Rastro, muy temprano. Primero Larsen y Gromov; luego alguien más se les une (pero no a la conversación).


Gromov: Joder, Larsen, nunca consigo madrugar más que tú.

Larsen: Ese es tu problema, Gromov, que tratas siempre de competir y de emularlo todo. Relájate, hombre, y sé tú mismo.

Gromov: A ver, déjame ver que has pillado ya.

Larsen: Y dale…, ¿qué más te da, si de esta agua ya no has de beber?

Gromov: Pero si algo me interesa te lo puedo pedir en préstamo.

Larsen: Te lo he dicho: tienes sanción de por vida por tus retrasos en las devoluciones, así que mi biblioteca ya no la catarás.

Gromov: Ya veo que, pese a tu poderosa coleta, eres un gran celoso de “tu” propiedad privada.

Larsen: ¿Y tú no? ¿Toda la vida a la husma para que luego te lo nacionalicen todo? Tus queridos libritos, ¿con tejuelo y registro de préstamo, pero no a quien tú quieras, sino a quien se te diga…? Ni hablar del peluquín… ni de la dichosa coleta, que me la voy a cortar. Estoy más que harto de la chufla y de ser asociado por apariencias…

[Aparece el Polaco, que ni saluda]

Gromov: ¡Hombre! El proletario de la literatura, la eminencia gris ultramarina, el que nunca dice nada que le comprometa…

Larsen: Gromov, eres como un tábano. No sabes cómo echamos de menos los fines de semana… que no vienes.

[Tinofc carraspea como para  corroborar algo, pero no se llega a arrancar]

Gromov: Vuestro desprecio me trae al fresco y me confirma en una decisión que estaba meditando: me voy a cambiar a los hiperbóreos.

Larsen: ¡Aleluya! Y esos que van a cargar contigo desde ahora, ¿quienes son?

Gromov: Es un grupo de la Universidad (de ambos sexos, no como los ultramisóginos) que organizan diversas actividades: clubes y talleres de lectura, tertulias, rutas de senderismo de fin de semana... ¡Mucho más interesante que vuestra  rastrera conversación dominical!

[Ocramalliv gruñe despectivo]

Larsen: Gromov, no te engañes, ahí no tienes futuro. Para entrar en los clubes de lectura hay que leerse antes los libros programados (vaya tostón), y tú sólo te lees las solapas. Además, en las tertulias se habla de todo lo divino y lo humano, y tú eres un falso erudito, monotemático para más inri. Y lo que más gracia me hace es que consideres siquiera lo del senderismo… ¡Que no es ya que seas un tío sedentario, sino que eres un ser inerte! Por no hablar del nombrecito: “hiperbóreos”. ¿De dónde coño viene? A mí me suena a algo así como “los que se andan por las ramas”.

Gromov: Creo que tiene algo que ver con Nietzsche y con la Atlántida como utopía o como paraíso perdido, pero no me hagáis mucho caso. En fin, ya os contaré cuando os vea, si aún me admitís a vuestra presencia.

[El Zorro Plateado se atusa sus bigotes y sonríe taimado, sin chitar]



[Spasavic]

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