3 de junio de 2015

Viaje rastral




No estaba, pero era tal mi deseo que fui proyectado allí. Vi a primera hora a Gromov hurgando en los capazos de papel viejo sin su competencia habitual, y al Joven del Círculo que no tenía a quien ofrecer sus primicias. Vi al Polaco solo en los cajones de Reto, pensando que le había tocado la bibliotería. Vi al Amanuense, tarde, pero siempre pescando tajada. Vi al Poeta, que nos acusa de compulsivos, pero que últimamente se está picando. Vi al Trapero trapichenado, a Bombita brujuleando, y a Garcilaso perorando. En fin, quise bilocarme, pero lo único que conseguí fue una buena migraña por el esfuerzo al regresar.


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