19 de marzo de 2014

A.M.D.G.


El Neófito, por Gustavo Doré


Se juntan sin conocerse, 
viven sin amarse 
y mueren sin llorarse.


Este alegato anticlerical se atribuye, entre otros, a Pascal, Moliere, Rousseau y, principalmente, a Voltaire. 

Al principio fue sólo antijesuíta, pero posteriormente el comentario se extendió  a todo tipo de monacato. Por ejemplo, lo siguiente puede leerse en el Diccionario Universal Francés-Español (1845-46) de Ramón Joaquín Domínguez, obra de gran subjetividad para los estándares lexicográficos actuales:

Commun; La vie commune: la vida que hacen los regulares en comunidad, los cenobitas en sus eremitorios, la esposas de Jesucristo en los claustros; todos estos santos varones se juntan sin conocerse, viven sin amarse y mueren sin sentirse ni llorarse, pero conquistan el cielo piadosamente digresando.

¿Es esto cierto o no es mas que resentimiento ante la aparente felicidad, ya en este mundo, de los "eunucos por el reino de los cielos"?

[Bubble Boy] 

 

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