11 de diciembre de 2014

Vale, pero ¿has leído su obra?


Mercadillo de Valladolid y otoño de 2014

La revista es un completo repaso a la vida y la obra del poeta. Y junto a las colaboraciones más o menos académicas, abundan las semblanzas personales. Es como si entre los colaboradores de esta República especial hubiera un acuerdo tácito de hacer presente la humanidad del poeta, con todas esas contradicciones armónicas que suelen darse en las personalidades muy marcadas.

Así el también poeta y paisano Tomás Sánchez Santiago regala al lector 'cuatro postales' que son otros tantos encuentros con el autor de 'Don de la ebriedad'. En una de ellas le describe como «un ángel demasiado empaquetado en su propio cuerpo», como «un ángel agitado dentro de un traje azul marino» y en otra le recuerda persiguiendo el canto de una calandria. 

Unas páginas antes, Gamoneda rememora una noche en la que, tras unas copas, acabaron cantando y cómo las letras de las canciones traían el recuerdo de la madre del poeta, ya desaparecida. Claudio Rodríguez era de lágrima fácil -en esto coinciden todos sus amigos- y en esta ocasión así se demostró. «Claudio, poeta genial, pero, de paso, niño zamorano permanente, es, en mí, inmortal», concluye Gamoneda su retrato. 

Ángel Prieto de Paula, Michael Mudrovic, Jesús Hilario Tundidor, su traductora Laurence Breysse-Chanet, la poeta Ada Salas, y el director de la revista, Andrés Sorel, que hace una semblanza bio-bibliográfica del poeta, son algunos de los colaboradores. 

(Reseña de Angélica Tanarro para El Norte de Castilla)

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