8 de octubre de 2013

Vendedores de libros en el Rastro III





EL Rastro, otoño del 2013




 VENDEDORES DE LIBROS EN EL RASTRO
TIPOLOGÍA PSICOBIOLÓGICA




Magíster. Escaso. De los libros lo sabe todo. Es de los que antes llegan, aunque no es de los primeros que ponen el puesto; ese intervalo de tiempo lo dedican a recorrer el paraje para hacer nuevas adquisiciones, por lo que también es un gran competidor del bibliófilo rastril. Es la referencia de los demás vendedores. Si tienen el mismo ejemplar le ponen el mismo precio y no te quitan ni un duro. Si tiene pinceladas del tipo Affábilis es de gran ayuda, puedes consultar con él y sacar provecho de sus lecciones.
Pone los precios con acierto. No hay chollos. Si los hubiere no es por descuido, sino porque necesita dinero.
Negotia. Sin fenotipo definido. Hábil, ingenioso. Catedrático de gramática parda.  A veces admite trueque (siempre que salga claramente beneficiado) De un vistazo calibra el poderío económico del penitente. Se caracteriza por vender junto a los libros un mezclete de piezas, más o menos desordenadas.  Es el único espécimen que cuando le pagas saca un fajo de billetes del bolsillo. 
Trata de aturullarte diciendo el precio en pesetas, después pasa a euros y otra vez a pesetas. Aunque siempre tiene cambio, cuando vas a pagar, en el último momento, te ofrece alguna otra mercancía que nada tiene que ver con libros para redondear la operación y no darte el sobrante.
Obligatorio regatear cuando te pide precio, pues por lo menos es el doble de lo que realmente estima. Si de primeras no se llega a un acuerdo, trata de convencerte de las bondades del libro, pero nunca con argumentos bibliográficos, sino de antigüedad, belleza, procedencia…Si definitivamente abandonas la presa y te vas, a los 6 ó 7 metros te llama a voces:
- ¡ Caballero, caballero, me da pena que lo deje pasar, es una oportunidad !
a los 10 ó 12 metros:
- ¡ Caballero, caballero que al precio que se lo dejo me lo quitan de las manos ¡
a los 16 metros, aumentando considerablemente las voces vira de negociante a negociador:
- ¡ Venga, ni pa usté ni pa mí, lléveselo en 100 ¡
si no le haces caso y cree que todavía hay negocio echa una carrera, se acerca y te lleva al puesto:
- Por ser pa usté se lo dejo en 50, pero no se lo diga a nadie, que pierdo dinero
Cuento ahora una anécdota que me sucedió en el Rastro de Palencia no hace mucho con  un tratante. Me interesé por la Historia de los heterodoxos españoles, de Menéndez Pelayo, edición del C.S.I.C., Santander. Tenía el vendedor 7 tomos, de II al VIII, cuando le pregunté por el que faltaba, por el tomo I:
- Pero hombre, no sabe que estos libros salieron por entregas y directamente con el II por una cuestión de mercao, pa vender más, porque así daba la sensación de que ya se había vendido el I..¡.tanto leer pa no saber esto!

Nobilia. En peligro de extinción. Encaja físicamente con el tipo leptosomo kretschmesiano, lamido, estirado, pelo lacio, ligeros caracolillos en la nuca, sienes despejadas, cabeza siempre erguida, de movimientos lentos pero armónicos, pulcro, educado pero distante, de buena formación. Nunca se le ve cargando ni descargando cajas de libros, siempre tiene algún doméstico para esos menesteres. Es lo más parecido a un aristócrata sin título sin lema y sin dinero. Siempre marca distancias con la clientela y hasta la quinta o sexta compra no se equilibra con el parroquiano. 
Con buen ojo para distinguir de un vistazo los diversos tipos de bibliófilo.
El género que muestra es escogido, que no caro, no se conocen casos en los que estos individuos tengan entre sus existencias premiosplaneta, circulodelectores ni readersdigestes. Marcan los libros según su propio criterio, siendo enemigos de la especulación, ajenos a las modas y los ciclos económicos, por eso ni se te ocurra decirle que te haga descuento o que es caro tal libro. 




[El Amanuense]




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