7 de marzo de 2013



"Al rastro hay que ir solo". R. G. de la Serna. 
El Rastro, invierno del 2013





Las ruinas del Rastro, por el contrario, disgregadas, abandonadas a su soledad y su última conciencia entran en razón, se llenan de sencillez, y como la sencillez es comparable con todo, resulta que con la lectura del pequeño espacio corrigen las ideas extensas y soporíferas y vacuas de las grandes imágenes.

El Rastro. Ramón Gómez de la Serna










(Colaboración de el esquinado)





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