6 de abril de 2013



Exlibris.



Siempre he asociado este exlibris del que te hablé, que me encontré en un libro de segunda mano, con el siguiente fragmento de Baroja, más pesimista aún:


Mientras hablan, contemplo estas viejas casas amarillentas de la plaza, casi todas cerradas. Una de ellas, bajita, rojiza, con dos rejas a un lado y a otro, con sus cruces de hierro, me ha llamado la atención por el escudo que ostenta en la clave del arco apuntado que le sirve de entrada.  
Es un escudo pequeño y desgastado por la acción del aire y de la humedad. Representa tres puñales en forma de cruz, esgrimidos por manos cerradas, que se clavan en tres corazones. Cada corazón va destilando gotas de sangre. Alrededor se lee esta leyenda sencilla:  "¡El mundo es ansí!" Es decir, todo es crueldad, barbarie, ingratitud.
Por si acaso no entendía bien el significado del blasón, he preguntado a mi marido y al cura qué quería indicar, y me han dicho lo que yo suponía de antemano: que esa leyenda quiere decir que en el mundo todo es brutalidad, dolor, pena. ¿Quién seria el hombre a quien se le ocurrió poner un blasón tan triste en su casa? ¿Qué le habría pasado? ¿Qué penas, qué dolores tendría?

(Pío Baroja, El mundo es ansí)








[Colaboración de Gromov]







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