14 de febrero de 2014

Bestiario del Rastro (IV)



Los Más Preclaros Especímenes de la Rastrosfera  

IV

Canelo y pardillo

Algún avispado lector puede objetar que el "canelo" no debería aparecer en un bestiario sino en un herbario. No le faltaría razón, y si figura aquí no es porque quien cargue con tal apelativo tenga la inteligencia, motricidad o capacidad de respuesta de un vegetal (a saber, del arbusto de la canela o cinnamon), sino porque este epíteto del color de algunos perros, caballos y toros se asocia también en ciertas especies con rasgos (normalmente recesivos o residuales) de simpleza supina, estolidez a nativitate y, en suma, la totalidad de las papeletas para ser objeto inconsciente, pero activo, de múltiples tipos de engaño (nótese la similitud fonética: canelo/camelo). Obviamente, el Rastro, de modo particular, es ambiente propiciatorio para este tipo de víctimas. 

En concreto, las papeletas en cuestión traen a la mente de uno el famoso timo de la estampita: a la postre, resultan ser la triste ganancia del “listo” de turno, el avaricioso que ladinamente quiere beneficiarse de quien simula ser un tonto de baba y boina, pero finalmente acaba siendo él mismo el “canelo del embolao”, más paleto que el propio paleto. Desde siempre, debido al dinero fresco en circulación, el Rastro y los mercados, principalmente de ganado, han sido lugares idóneos para este tipo de golpes, y de higos a brevas suele trascender la noticia de uno nuevo (numerus stultorum infinitus est).

Muy cercano al canelo en la escala evolutiva tenemos al “pardillo” (carduelis cannabina), por otro nombre “primo”. Como el anteriormente descrito, con el que a veces se confunde (cf. el Sohez), éste es un animalico susceptible de ser sujeto pasivo de las mil y una trapacerías del Rastro ("el mercado de lo imposible"); pero a diferencia del damnificado por timos del tipo “quien roba a un ladrón…”, su estupidez ante
el embeleco es casi autoconsciente y tiene bastante asumida su posterior resignación. Se podría decir que le embaucan porque está genéticamente programado para ello (la tontuna se le presenta con carácter dominante). De modo que el canelo produce bastante risa, pero esta criatura nos da un poco de penilla.

[Frenología: Microcéfalos ambos, con visos de hidrocefalia el pardillo; Fisiognomía: Ojos pequeños, orejas grandes (de soplillo, operadas, las del canelo), bocas cavernosas, hiatos incisivo-dentales, frentes estrechas, monocejas (el canelo se depila el puente de la nariz).] 
[Gromov]

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