19 de junio de 2014

Cervantito obnubilado




Cervantito obnubilado

Parece que cervantito tiene nostalgia mamaria, pues un tanto obseso anda con las tetas que aprovecha como figura para darme zurriaga. Ha de ser que de pequeñín tiró más de látex que de seno. Se lo perdonamos, pero tengo por cierto que su irrenunciable inquina resulta del día fausto de la presentación de mi ópera prima, la de los retratos de vendedores del Rastro, en la que fue parecer general que era mi telonero con su Dikovaca.  Cómo no sentirte mancillado por un principiante talentoso  tú que te vendes como avezado en esto de las letras y no dejas de ser, pobre, simple zancarrón. Eres un si es no es poeta, buscón de lisonjas, loas, homenajes, zalamerías y dorados oropeles; de prosa baja, gris, espesa, plúmbea, mazorral y pastosa; en suma, prescindible. Tu natural orgullo magullado por mi talento, caliéntate el seso, ménguate el ingenio, estréchate la razón, núblate el juicio, embózate el entendimiento, empequeñécete la inspiración, mérmate los alcances y ahuyéntate las musas. Vanidoso monigote, déjate ya de parlerías preñadas de trampantojos, bachillerías y vituperios, y aplícate al estudio, pues a lo que parece no has salido todavía de charro estudiantón.
Quédate con Dios, que dicho queda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.