17 de junio de 2014

Regatteus interruptus






-   El vendedor:  Deja ya de marear la perdiz y dime tú que darías por el libro.

-   El comprador:  No te doy precio, porque si no ya estoy cogido.
  
[Grisolín y Garduña, porfiando el pasado sábado en Cadórniga]

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