17 de junio de 2014

Presentación de la Antología poética Raros de Tiempo


Foto de Eloy Rubio




RAROS DE TIEMPO


En el prólogo de la novela Niebla, de Miguel de Unamuno, Víctor Goti, autor del mismo, habla de cómo la suerte ha llamado a su puerta al darle la oportunidad de prologar la obra de tan insigne autor, siendo él un completo desconocido. Además, aprovecha la ocasión para proponer que se haga siempre así, es decir, que la voz de un anónimo pueda llegar a múltiples lectores al prologar la obra de un autor que ya cuenta con el favor (y el fervor) del público, en lugar de ser al revés como, al parecer, era costumbre en la época. 
Recordando estas palabras de Víctor Goti, no he podido evitar sentirme muy identificado con él por haber tenido yo, un completo desconocido, la suerte de prologar la antología que hoy se presenta aquí y que reúne la obra de estos poetas no tan heridos del tiempo, o al menos a mí me lo parece, como se insinúa en el título. Además me ha hecho pensar que, si Víctor Goti es un ente de ficción creado por Unamuno, tal vez también yo sea uno de esos muchos entes ficticios que pululan por la galaxia ultramarina a medida que se expande o se contrae.
Por eso, quisiera dar las gracias a los organizadores por invitarme a participar aunque, no obstante, quisiera matizar esa etiqueta de “doctor” o “filólogo” que aparece en las invitaciones. Yo hubiera preferido la de “lector”. Al fin y al cabo, tengo más tradición personal como tal, pues leer es algo que uno lleva haciendo desde que tiene uso de razón, o incluso antes. El doctor o el filólogo son como el entomólogo o el biólogo que clasifica insectos o disecciona animales. El lector es el niño que juega con ellos, que se alegra de su existencia sin importarle si pertenecen a la familia de los cánidos, a la de los coleópteros o a la de los cefalópodos. 
Por eso, como lector y no como ninguna otra cosa, quisiera invitar a todos los otros lectores aquí presentes a disfrutar de esta antología que hoy presenta Manual de Ultramarinos. A disfrutar de ese gusto por el detalle y los espacios de Jorge Pascual; esa pasión por la luz en todas sus formas y esa invocación del silencio que se encuentra en los poemas de Eloy Rubio; ese cielo inmenso y esa llamada universal a la memoria que nos traen los versos de Bruno Marcos; esa sonoridad de la palabra o esas cadencias melódicas a las que nos tiene acostumbrados José Luis Puerto; esa recreación del paso del tiempo inmisericorde, de lo que nos deja o nos lleva, que podemos leer en las composiciones de Tomás Sánchez Santiago; o esa reflexión sobre lo escrito y su huella que se trasluce de los textos de Eduardo Moga.
Como la referencia a la importancia del tiempo, y las reflexiones sobre el mismo, están en todos ellos, no quisiera robárselo más a ustedes y prefiero dejarles con la voz de los propios poetas.



[Mario Paz González]




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.